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Desde hace algún tiempo, los que ejercemos esta profesión, nos hallamos severamente cuestionados. La causa, el motivo o la razón de tal controversia, obedece sencillamente a que algunos de nuestros colegas han perdido el rumbo o sencillamente se han “olvidado” cuál es la tarea que debemos desempeñar.

Se han instalado una serie  de dicotomías entre las que se me ocurre mencionar tan solo dos. No por capricho ni por omisión de otras que pudieran surgir sino porque las considero más relevantes. Una de ellas histórica, como el “periodismo nacional” y su  “hijo bastardo” llamado despectivamente “comunitario” y otra más reciente: periodismo militante o periodismo independiente.

 Debería entonces definir o recordar cuál es la función que todo periodista debe cumplir. Y esa no es más que la de informar con absoluta veracidad y objetividad todos y cada uno de los sucesos y acontecimientos que sean de relevancia para la sociedad toda.  Y esto debe cumplirse pese a quien le pese  o sean del agrado o no del poder de turno.

El periodismo jamás debe transformarse en un apéndice de grupo de poder alguno ni satisfacer los intereses de ningún sector, ni siquiera del propio imperio que tienen los medios de comunicación.

Hablar de división entre el periodista militante y el independiente  es caer  en el argumento más falaz en el que jamás debemos incurrir  los que ejercemos esta profesión. O se es periodista o se es militante.

Sostener que el periodismo independiente de la argentina de hoy lo es tan falso como la premisa anterior. No porque utilice un disfraz de Batman me convierto en superhéroe.

La dicotomía periodismo nacional versus comunitario también es falsa, simplemente porque es inexistente. En todo caso debería plantearse como “industria periodística” vs periodismo aunque temo que también carezca de sustento.

Como toda industria, la periodística, se dedica a fabricar un producto que sea consumible. Estudios de mercado le indican que necesidad de consumo crear y en base a ello elaboran o confeccionan  su producto: “La noticia”.

No importa si es veraz mientras sea verosímil. No preocupa su dimensión, se agranda o se achica, se estira o se acota, o lo que es peor se oculta. Nada importa con tal que la sociedad “compre” esa verdad dibujada a gusto y placer de los grupos de poder.

Es esa misma industria la que ha puesto y sacado gobiernos tantas veces como se lo ha propuesto. Son ellos los que han sido cómplices del los años más oscuros de la historia argentina sólo para satisfacer sus intereses sectoriales.

Existe sólo el periodismo. Encarnado por hombres y mujeres que entienden que la búsqueda de la verdad es un acto irrenunciable.  Y ese desafío puede llevarse adelante desde cualquier lugar, desde cualquier medio y a todo tiempo y lugar. Solo hace falta tener el coraje para no sucumbir ante la “pauta oficial”. Todo lo demás, por más que se haga en nombre del periodismo, es una caricatura bizarra de alguien que dice ser PERIODISTA pero que no es ni más ni menos que un idiota útil al servicio de los mercachifles del poder.

2 comentarios:

Mar dijo...

Impoluto.
Feliz día del Señor Periodista.

Unknown dijo...

Coincido mi querido Charly. Hemos traspasado una frontera lamentable y tenemos la obligación de reformularla... Urgente. Salud!!!