El Eterno Dejá Vu

Como en un  eterno Dejá Vu la realidad argentina vuelve a golpear las puertas del abismo una vez más.

La inestabilidad emocional de quienes sostienen la vara que todo lo mide parece haberse hartado de las facilidades extendidas y, nuevamente, expone las debilidades de un gobierno que basó su fortaleza en el apoyo de los sectores especulativos que se beneficiaron por demás, aunque no lo suficiente, como para seguir esperando por los cambios prometidos por debajo del mostrador y a la vista del mundo.

En un nuevo capítulo de “el establishment acorraló a un presidente Autista”- más preocupado por satisfacer a los sectores especulativos que por resolver los cotidianos problemas que padecen los argentinos -  vemos absortos como la fragilidad del discurso oficial se desvanece tan rápido como las reservas del Central.

La desocupación crece, el hambre avanza, la inseguridad gana las calles y la especulación se empodera  gracias a un  modelo agotado ya en décadas pasadas al que se intenta resucitar en una versión mucho mas macabra y por demás siniestra.

La angustia presidencial no es producto de la volatilidad del mercado sino que obedece a la sensación de vacío que le genera saberse al margen del tan mencionado “círculo rojo”.

La llegada del FMI, una vez más, era  mucho más clara  y evidente que aquella luz al final del túnel que, de existir, sólo conduce al “suicidio social inducido” por los grupos de poder económico y mediático que ofrecen cobertura gracias a la falsificación permanente de una realidad irrefutable.

El gobierno no perdió el control de la economía. Jamás lo tuvo. Dejó que los mercados hicieran y deshicieran a su puro antojo y las consecuencias de tal irresponsabilidad la pagarán los sectores medios y bajos de la sociedad.

Hablar de un “FMI más bondadoso” es lo mismo que sostener que existe una suerte de nuevo “estado de usura social y popular”. Ese escenario solo es posible en la cabeza de un Estado idiota o perverso. En cualquiera de los casos el final es anunciado.  


1 comentario:

Mar dijo...

FMI bondadoso suena a "te pego por tu bien"
Muy bueno, Escobar, como siempre.