Domingo 31 de julio de 2016. La república surrealista de Argentongo
se levanta gris, chata, anodina. Como el semestre. Como el gobierno.
Aún resuena en mis oídos el sordo ruido del espanto, almidonado, pétreo, inmutable y con olor a
campo. Los mates tibios que oficiaron de desayuno hicieron lo suyo. Que aún se
hable de la cumbre Macri – Tinelli como si fuera un acuerdo de cooperación
mutua entre Donald Trump y el ISIS para terminar con la pobreza en África me
parece tan espeluznante como los dos mencionados. No, Mauricio y Marcelo no.
Los otros dos.
Decidí salir por el periódico. Al fin y al cabo siempre es bueno empezar la
mañana como corresponde a un periodista. Desinformado. O lo que es peor, con la
realidad aumentada, o disminuida. Según lo que convenga al poder de turno. O al
que siempre está de turno esperando que alguien pulse el botón indicado para la
ocasión.
La noticia que el gobierno estaría pensando en lanzar una
aplicación para celular al estilo del Pokemon Go pero para cazar y entrenar
corruptos me causó cierto escozor. La idea de ver a cientos de miles de
argentinos intentando capturarse unos a otros es al menos… cautivante.
Me pregunté ¿si la corrupción fuera un mazo de naipes quién
sería el as de espadas? Sabido es que López en un ancho falso y que Amado el
cuatro de copas pero… ¿el as?... ¿Y Mauri?... Mauri, seguro el sota de oro.
Las primeras gotas de la lluvia matinal comienzan a empañar el
cristal de mis sentidos. Me reconforta saber que se le ha sacado la pata de
encima al campo. Me asusta el solo hecho de pensar en donde se ha colocado.
Es cierto. El campo es el motor de este bendito país. Ahora
restaría saber quién es el combustible porque, cierto es también que desde hace décadas no arranca
y, cuando lo hace solo lo hace en una sola marcha.
Reversa.
Debo confesar que las palabras de Etchevehere me hicieron
llorar. “Desterremos para siempre el populismo, que es la negación del porvenir”.
¡Genial! Nada mejor que el conservadurismo para el desarrollo de la nación.
El “vasco” bramó casi
con fervor y con algo de angustia patriótica que “el saqueo de la República no debe quedar
impune”. Me pregunté ¿que dirán Biolcati, Crotto, Alchourrón y todos sus
antecesores? porque sabido es que lo que ha “motorizado” a este país es la corrupción
y ésta no tiene una sola pata.
Mejor voy por un trago de puloil.
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