LAS SIETE VIDAS DEL GATO

Lunes 28 de octubre de 2019. La República Surrealista de Argentongo amanece sin demasiadas luces, aunque plagada de sombras. 
En los albores de un nuevo inicio resuenan aún los destellos de lo que podría haber sido pero no fue. Sabido es que los gatos tienen siete vidas. Y Mauricio También. 
Se vienen tiempos de grandes desafíos que deberán ser afrontados con grandeza. Es absolutamente necesario que quien está en ejercicio y quien lo hará a partir del 10 de diciembre se comporten con la grandeza que la investidura del cargo requiere y exige.  
No basta con la protocolar fotografía de caras sonrientes. Al fin y al cabo sonreír es lo que más hacen los políticos. Hace falta entender, y esa es tarea de todos, que si bien cada uno tiene derecho a levantar las banderas ideológicas que quiera siempre; por encima de ellas debe estar la celeste y blanca. 
Alberto Fernández llega a la presidencia con un gran apoyo popular, pero bastante inferior al que esperaba. Su aspiración de máxima era superar, aunque sea por un punto, el 54 por ciento alcanzado por Cristina en 2011. 
Las encuestas daban cuenta de que esa idea no era absurda. Por el contrario la alimentaron a tal punto que la sorpresa al conocerse los primeros datos fue generalizada.
Macri en cambio consideraba que alcanzar el 35 por ciento lo dejaba en condiciones de erigirse como líder de la oposición, lugar que por otra parte le disputarán un Larreta recargado y una Vidal más que devaluada. 
A ambos presidentes les cabe la responsabilidad de administrar con éxito la transición hacia diciembre. A Fernández la de implementar en tan sólo 13 días medidas que tiendan a  desactivar toda posibilidad de estallido, sea esta real o virtual, en fechas sumamente sensibles a la Argentina. 
En una Argentina con los índices de pobreza e inflacionarios que parecieran no tener ni piso, ni techo un pésimo presidente como Mauricio Macri alcanzó el 40 por ciento de los votos. 
La  mala performance de Lavagna en los debates presidenciales, que mostraron su incapacidad para gobernar  y la “cesión de derechos” de las franquicias de Espert y Gómez Centurión a favor del oficialismo hicieron que Macri superara ampliamente sus expectativas. 
Eso y las declaraciones del siempre funcional a la derecha, Juan Grabois, que en su afán de no quedar afuera del armado pretendió en modo prepotencia decir “ojo conmigo que te pianto votos” 
Pero si bien Alberto deberá poner el foco en la pobreza, desocupación, deuda externa, FMI y todas las bombas a punto de explotar tampoco podrá descuidar la interna de un movimiento que ya empezó a marcarle la cancha. 
Las palabras de Axel Kicillof a la hora del festejo no solo fueron hacia afuera del Frente de Todos. El modo campaña electoral del electo gobernador de la provincia de Buenos Aires con el que brindó la conferencia de prensa el día posterior a la elección lejos de pretender cerrar la grieta la agiganta. 
En el mismo sentido se movió Cristina. Aquellos que puedan leer entre líneas verán que claramente afirmó que “su hombre” es el nuevo gobernador. 
A Mauricio le sobran vidas. Esperemos que a Alberto le sobre cintura. 



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