Esto del Facebook da pa quilombo.

Y no hablo de quilombo de polleras, que sería lo de menos, sino de otro tipo de problemas.

Resulta que como toda red social creada en los tiempos que corren, que no son otros tiempos en que el marketing analiza ideologías y comportamientos para luego establecer nichos donde colocar los productos creados a partir de una necesidad inexistente ( entendiendo por productos desde un cepillo de dientes que habla y te dice "negro, hay mas naturaleza muerta acá que en una pintura de Van Gogh" hasta un político que te indica "negro... No tenés un puto diente, eso sí es pro"), propone a cada rato que realices distintas "aplicaciones" prometiéndote como contrapartida la felicidad suprema.

Que estúpido se negaría, entonces, a la dicha infinita.

Solo aquellos que no tengan facebook.

Una de mis favoritas es Corazones Coketones (no sabemos si la K es por un defecto en la traducción al castellano o simplemente una clara referencia a la ideología política del facedor de tal programa).

Suele entonces aparecer a cada rato algo similar a: Analía Ahumada te ha enviado su corazón de nuevo usando Corazones Coketones. No le das tu corazón?

Lo primero que pensé es "si le doy mi corazón ¿cuándo me lo devuelve?"

De modo tal que para responder tan existencial interrogante "ingresé" a la aplicación en cuestión y no solo eso. Le permití acceder a mi perfil ( lo cual es bastante sencillo de hacer incluso sin mi permiso dado el considerable tamaño de mi nariz) y obtener datos de mi cuenta que, menos mal que no es bancaria porque sabido es que las salideras están a la luz del día y la noche en pañales (que no tiene nada que ver pero me sirvió para completar un párrafo lleno de frases hechas).

Como viejo laucha que soy vi en esto la posibilidad de acercarme, cual felino a su presa, a una cantidad, limitada en 16, de muy hermosas mujeres.

Que mujer que se precie de sensible, dulce y romántica no aceptaría MI CORAZÓN.

Mal no me fue. Al menos ninguna me mando a cagar y eso para mi es ya un gran triunfo.

Y lo cierto es que me entusiasmé.

Y en ese entusiasmo expresado hoy en día, tecnología mediante, solo a través de un click, entregué corazones por doquier.

Y empecé. Angelina Bossini, Click. Mary Resp, Click. Guadalupe Gala, Click. Celina Fabregues, Click. laura Guzik, Click. Karina Noriega, Click. Naty Gallelli, Click. Limón García, Click. Guadalupe Sanchez Martinez, Click. Sabrina Salinas, Click. yanina Gallego, Click. Licina Picón, Click. Lisi Bottaro, Click. Lu Farías, Click. Magalí Mena, Click. Susana Menendez, Click.

Listo. Send.

haz enviado Corazones Coketones a 16 amig... ¿Limón... ? le mandé mi corazón coketón a Limónnnnnn!!! Noooooooooooooooooooooooo

El tema es que siempre te das cuenta de la cagada que te mandaste justo después que la opción UNDO se desvanece y ya no te quedan posibilidades de arreglarla.

Ahora el pelado se me viene encima y me caga a trompadas, pensé, y lo que es peor me va a arrancar todos y cada unos de mis pelos (que son como alambres imposibles de gobernar pero a Limón es lo que menos le importa)

Como corolario de toda esta cuestión me queda entonces la convicción, firme, férrea, incuestionable (nótese el subliminal oxímoron) de que es mejor para la salud de todos darnos lo que nos demos, al viejo modo.

Que el beso sea beso, el abrazo... abrazo, la entrega desinteresada de nuestros más sublimes y nobles sentimientos se haga mirándonos a los ojos. Que la amistad en definitiva sea real y no esta especie de minimalización canibal llamada Facebook.

Dejemos en la virtualidad solo la violencia. Especialmente si viene dirigida hacia mi de parte de ya sabemos quien.